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“Solanas en filmación”: rescatan un filme que muestra a Pino en acción

“Solanas en filmación”: rescatan un filme que muestra a Pino en acción

El martes el cineasta hubiera cumplido 85 años: para homenajearlo, Puentes de Cine estrena de forma exclusiva la película perdida

El martes, Pino Solanas hubiera cumplido 85 años, razón por la cual, cuando todavía resuena su muerte en noviembre del año pasado, se han multiplicado los homenajes en la pantalla. Y además de varios de sus filmes, que aparecieron en la pantalla de Cine.Ar, el aniversario ha permitido el resurgimiento de un documental sobre el cineasta nunca visto en Argentina: “Solanas en filmación”, película de Dolly Pussi y Enrique Muzio realizada en 1993, es el retrato del cineasta mientras rueda “El viaje”. Perdido hasta ahora, el documental se exhibirá desde hoy en la Sala de Cine Virtual de Puentes de Cine.

 Encontrado por Fernando Madedo, la aparición del filme sorprendió incluso a MarioBerardi, quien se encargara por entonces, hace ya 27 años, del montaje de la película. “Pensé que ya estaba en el arcón de los recuerdos”, dice, en diálogo con ELDIA, el historiador del cine, docente y montajista. Berardi se ríe: para él, en realidad, la película no estaba perdida, y hasta tenía una copia que usaba en sus clases.

Pero, fuera de ese ámbito, hace rato no escuchaba hablar de “Solanas en filmación”: “La última noticia que tuve del documental es que se iba a estrenar en Europa, anticipando el estreno de ‘El viaje’, que se había estrenado acá y no le había ido como la productora esperaba. Entonces, antes del estreno en Europa, aprovechando que Pino era conocido en Europa, armaron una plataforma para que el público de allá conociera a Solanas y su obra”, relata la génesis del documental, creado con parte del presupuesto de “El viaje”.

“Se le pagó a un camarógrafo, Marcos López, que luego se convertiría en un fotógrafo famoso pero que en ese momento era un excelente camarógrafo, y lo llevaban a todos lados del rodaje, documentando todo. Cuando terminó el rodaje, la productora tenía muchísimas horas de grabación, y en una época donde no había formatos digitales”. Nadie sabía bien qué hacer con el material. “Todas eran tomas muy bien compuestas por López, pero no tenía forma de nada: entonces, entre Dolly y Enrique, decidieron llamarme a mi para hacer el montaje”, cuenta Berardi, a quien, además, no le había gustado mucho “El viaje”. “Tenía que hacer un documental sobre el rodaje de una película que no me gustaba… Empecé a mirarla y mirarla”, relata, y encontró así una idea que trabajaría luego en el montaje del documental, “la idea del riesgo artístico. ‘El viaje’ es una película muy arriesgada, no es una película tradicional”.

Comenzó así el proceso de construcción de sentido y descarte, en la sala de edición. “La cámara de Marcos López era tan buena que uno se veía tentado a poner todo”, cuenta Berardi, “pero la película era sobre Pino: el objetivo era mostrarlo a él en los países donde se iba a estrenar ‘El viaje’. Cuando hay mucho material para el montajista, es un problema: querés poner todo, y poner todo siempre es una mala decisión”.

Berardi armaba pequeñas secuencias y “todos los viernes nos reuníamos” con los directores, Pussi y Muzio. En esas sesiones también estaba, claro, Pino. “No es fácil trabajar con Pino, eh”, se ríe el montajista. “Yo trabajé con mucha libertad: a mi me dijeron que trabajara con libertad en el montaje, nadie había visto el material y me pidieron que vaya armando secuencias. Pero cuando las vio Pino se puso a los gritos, me decía que estaba todo mal…”, recuerda. Al parecer, era parte del sistema de Pino: “Si alguien te pide un trabajo y te dice que está bien, uno baja la guardia”, afirma Berardi.

De ese trabajo surgió “Solanas en filmación”, y, dice Berardi, “es una suerte que esté Pino, en el rodaje, para el que lo quiera ver”. Porque, afirma el montajista, el cine y la figura de Solanas son de gran relevancia hoy: “Yo doy un curso hace un par de años en la Facultad de Filosofía y Letras, ‘Historia del Cine Argentino: ficción y realidad’, que es un tema central en los medios hoy: ficción y realidad están mezclados. Volviendo a ver la película, y lo que se dijo de Pino tras su muerte, me doy cuenta que él hablaba de eso, oscilaba entre la ficción y la realidad”, opina. 

Y cierra la explicación: “Pino empieza siendo un director que habla de la realidad política, uno de los primeros, con ‘La hora de los hornos’, y cuando se exilia empieza su mejor época de ficción, pero allí también se cuela la realidad. La película es ficción, pero aparecen Gardel, San Martín, El Polaco Goyeneche…En su cine, ficción y realidad se tocan todo el tiempo. Ese es el gran legado de Pino: que va mucho más allá del cine, y creo que desde ahora se lo va a valorar mucho más como intelectual”.

 

*Fuente: El Día