Más allá del olvido, la increíble película argentina que se adelantó a Alfred Hitchcock y se reestrenó en Cannes
La mítica película de Hugo del Carril se presentó en el Festival de Cannes en el marco de los 70 años de su estreno. Su copia restaurada por Argentina Sono Film pudo verse por miles de amantes del cine de todo el mundo
Por Belen Borelli
Más allá del olvido, la mítica película de Hugo del Carril, presentó su copia restaurada en 4K en el marco del Festival de Cannes, que llegó a su fin la semana pasada. En una edición en la que el cine nacional no estuvo tan presente como en años anteriores a raíz de las políticas de desfinanciamiento del gobierno de Javier Milei, el evento más importante de la industria cinematográfica pudo ser testigo de esta obra maestra que se le adelanta a Vértigo de Alfred Hitchcock, y que dejó una huella imborrable en el cine argentino.
Más allá del olvido, la mítica película de Hugo del Carril, presentó su copia restaurada en 4K en el marco del Festival de Cannes, que llegó a su fin la semana pasada. En una edición en la que el cine nacional no estuvo tan presente como en años anteriores a raíz de las políticas de desfinanciamiento del gobierno de Javier Milei, el evento más importante de la industria cinematográfica pudo ser testigo de esta obra maestra que se le adelanta a Vértigo de Alfred Hitchcock, y que dejó una huella imborrable en el cine argentino.
Las aguas bajan turbias, La Quintrala, doña Catalina de los Ríos y Liperguer, Surcos de sangre y El negro que tenía alma blanca son algunos de los trabajos previos que hizo el artista antes de la icónica Más allá del olvido, que protagonizó junto a Laura Hidalgo y Eduardo Rudy. Después de eso llegaron Amorina y Esta tierra es mía, otras obras que catalogaron a del Carril como uno de los directores más consagrados en la historia del cine argentino.
Sin embargo, la pisada que dejó Más allá del olvido fue muchísimo más fuerte que la de sus otros trabajos cinematográficos: en 2022, habiendo pasado ya 66 años desde su estreno en el país, la Encuesta de cine argentino–organizada por las revistas especializadas Taipei, La Tierra Quema y La vida útil– ubicó al film en el puesto Nº18 junto a obras como La ciénaga, de Lucrecia Martel, Nazareno cruz y el lobo, de Leonardo Favio, y Tiempo de Revancha, de Adolfo Aristarain.
A tres años de ese momento, el film desembarcó en el Festival de Cannes para presentar su copia remasterizada en el marco de Cannes Classics, un ciclo que todos los años reestrena copias renovadas. En esta última edición, la película argentina compartió catálogo junto a La quimera de oro (1925), de Charles Chaplin, Amores Perros (2002) de Alejandro González Iñarritú, y Barry Lyndon (1975), de Stanley Kubrick. Todas películas que marcaron un estilo disruptivo y una forma de contar historias en el cine.

La exhibición de Más allá del olvido en Cannes no es poca cosa. En un momento en el que el cine argentino cumplió un año sin tener proyectos aprobados por parte de la gestión de Carlos Pirovano en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), que miles de críticos y cinéfilos de todo el mundo conozcan a las obras más destacadas de la Edad de oro del cine nacional contribuye a resaltar su importancia y su aporte cultural a la identidad de un país.
No obstante, es la tercera película argentina que se proyecta en el Festival de Cannes dentro de esta categoría paralela a la Competencia oficial: el año pasado fue el turno de Rosaura a las 10 (1958), de Mario Soficci, y el anterior de Hombre de la esquina rosada (1962), de René Mugica. Todas restauradas en conjunto por Argentina Sono Film y la Sociedad por el Patrimonio Audiovisual.
En diálogo con BAE Negocios, el presidente de Argentina Sono Film, Luis Alberto Scalella, explicó cómo fue el desafiante proceso de restauración de la película: “Se partió del negativo original que está preservado en los Archivos de Argentina Sono Film, sabiendo que era una de las películas más importantes de todo el catálogo y con la expectativa de poder mostrar en algún festival internacional importante”.

A partir de esta instancia, los negativos de la copia del film se llevaron a un proceso de “limpieza digital”, en el que se eliminaron imperfecciones en relación al paso del tiempo. También se hizo un corrección de color para poder recuperar el brillo y contraste original.
Por su parte, el presidente de la Sociedad por el Patrimonio Audiovisual, Fernando Madedo, destacó la importancia por el “compromiso con la difusión y puesta en valor de los clásicos del cine nacional”, que operan desde ambas entidades culturales. No obstante, destacó que el desarrollo de estos proyectos son a partir de inversiones privadas de ambas empresas junto con Cubic Restoration, además de un financiación parcial que, en el caso de la película de del Carril, recibieron por parte del Fondo Mecenazgo Cultural, que depende del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Son muy pocas las películas argentinas clásicas que lograron restaurarse. En estos casos, la falta de una Cinemateca Nacional que se encargue de la preservación del archivo fílmico de Argentina deja ver los obstáculos que se presentan a la hora de pensar en remasterizaciones. En sintonía, Madedo destacó la importancia de tener un Estado que impulse medidas para poder restaurar films clásicos y hacerlos accesibles al público. En Latinoamérica, esto ya lo hacen países como Chile, Perú y Colombia, como así señaló el productor.

“Trabajé y propuse a diferentes administraciones nacionales la posibilidad de contar con un fondo específico que permita multiplicar el esfuerzo que hacemos desde la actividad privada. Ojalá que alguna gestión futura lo implemente, eso permitiría ampliar la capacidad de financiamiento para estos proyectos, que requieren una inversión considerable”, sugirió.
Mientras tanto, ¿cuál es el siguiente paso? Seguir mostrando más clásicos argentinos a cinéfilos de todo el mundo, además de un inminente reestreno en salas de Más allá del olvido, según confirmó Scalella, aunque sin muchos más detalles en concreto. “Sí, hay planes y se va a exhibir en la Argentina por supuesto”, remarcó a este medio.
Una película que se disputa entre la locura y la cordura que se adelantó a Alfred Hitchcock
Para mediados de la década del ‘50, Hugo del Carril venía explorando el conflicto social y político en el país a través de sus películas. En Las aguas bajan turbias (1953), dos hermanos que son explotados en el Alto Paraná se cansan de las condiciones inhumanas laborales y empiezan a fogonear un levantamiento contra sus patrones. Sin embargo, luego de eso, ya para 1956 el director decidió dar un giro y llevar a la pantalla grande una doble historia de amor en la que la vida y la muerte se entrelazan con lo real y lo no real.

En Más allá del olvido, Fernando, un hombre adinerado, pierde a su esposa Blanca a raíz de una enfermedad agresiva. Después de dos años atravesando un duelo que parece no tener fin, el protagonista viaja a París y conoce a Mónica, una bailarina de cabaret que es idéntica a la difunta. Físicamente son iguales, aunque en todo lo demás son personas demasiado opuestas como para que, casualmente, tengan la misma cara.
Fernando se casa con Mónica, pero el recuerdo de Blanca no deja de estar presente en él. De esta manera, la película presenta los límites entre lo que es real y lo que no. El protagonista vive dentro de un sueño del que será difícil despertarse. Sin embargo, está más despierto que nunca. Así, el hombre se enfrenta a la incertidumbre y al peligro que causa su relación con Mónica, una que no estaba dentro de sus planes.
Sumergido en el amor y en la adrenalina, el personaje interpretado por Hugo del Carril inicia un viaje de obsesión en el que, sin darse cuenta, terminará poniendo su vida en juego. En una película en la que la muerte y el duelo está presente todo el tiempo, Fernando debe aprender una cruda lección: no se puede revivir el pasado.

La actriz Laura Hidalgo personifica a las dos mujeres de esta historia: es Blanca, pero también es Mónica. Las dos son dirigidas por un Hugo del Carril que se despega por un rato de la denuncia de un contexto social-político para realizar un melodrama oscuro en donde la idealización y proyección le explotan en la cara al protagonista.
Más allá del olvido fue comparada muchas veces con Vértigo, la obra cumbre de Alfred Hitchcock que se estrenó dos años más tarde, y que presenta similitudes que llaman la atención con la de del Carril. Acá, el actor James Stewart interpreta a un comisario retirado que espía los comportamientos extraños de la esposa de un viejo amigo. Sin saberlo, el protagonista se obsesiona con ella–interpretada por Kim Novak, quien también actuará de doble personaje– y terminará entre la espada y la pared.
No existe evidencia que pruebe que Hitchcock se haya inspirado en la película argentina. Aún así, es una linda asociación entre los films que los colocan como exponentes dentro del thriller que roza con el género fantástico. En ambos casos, hay dos hombres que caen en un espiral de locura, hay una mujer que interpreta a dos opuestas que hablan entre sí y hay historias que revolucionaron a la manera de contarlas hasta ese momento.

Es innegable; Más allá del olvido y Vértigo son dos films que dialogan entre ellos. Es como si Hitchcock y del Carril también lo hubiesen hecho a su manera, a pesar de nunca haberse conocido. Tampoco es menor resaltar la curiosa coincidencia de que el artista argentino falleció un 13 de agosto de 1989, el mismo día que coincidió con el cumpleaños número 80 del maestro del suspenso, ocho meses antes de morir.